Aonidiella aurantii
Nombre común: Piojo rojo de California
Nombre científico: Aonidiella aurantii
Descripción de la plaga:
Aonidiella aurantii es una especie de cochinilla de la familia Diaspididae, conocida comúnmente como la cochinilla de la naranja o cochinilla del citrus. Esta plaga se caracteriza por su capacidad para infestar cultivos de cítricos y otras plantas ornamentales, y su daño se produce a través de la succión de savia, lo que debilita las plantas afectadas.
Adulto: El adulto de Aonidiella aurantii es una cochinilla escama, de forma ovalada y de tamaño pequeño, que varía entre 2 y 4 mm de largo. El cuerpo del adulto está cubierto por una escama dura y cerosa, que le da un aspecto blanco o grisáceo, aunque la coloración puede ser algo más oscura hacia la base de la escama. Esta escama ofrece protección tanto para el cuerpo de la cochinilla como para sus huevos. Los adultos son inmóviles y permanecen fijos en las superficies de las plantas que infestan.
Huevo: Los huevos de Aonidiella aurantii son muy pequeños, de color blanco o amarillento, y se encuentran debajo de la escama protectora del adulto hembra. Generalmente, los huevos son puestos en grupos, y pueden dar lugar a una nueva generación de cochinillas en pocos días, dependiendo de las condiciones ambientales.
Larva: Las larvas de Aonidiella aurantii, conocidas como «ninfas», son móviles en su fase inicial y tienen una forma de cuerpo alargado y delgado, con una coloración amarillenta o rosada. Son muy pequeñas, de aproximadamente 0.3 mm de longitud. Una vez que se establecen en una superficie vegetal, las larvas comienzan a alimentarse de la savia de la planta y se fijan de manera permanente, cubriéndose con la escama protectora.
Pupa: La fase pupal se produce después de que las ninfas maduras se fijan en la planta y se transforman en adultos. En esta etapa, el insecto no es móvil y está completamente cubierto por la escama. La fase pupal dura entre 10 y 15 días, dependiendo de las condiciones de temperatura y humedad.
Cultivos afectados:
Aonidiella aurantii es una plaga principalmente asociada a cultivos de cítricos, aunque también puede afectar a otras plantas ornamentales y especies de la familia Rutaceae. Los cultivos más frecuentemente atacados son:
Cítricos: Naranjas, mandarinas, limones, pomelos, y otros cultivos de cítricos son los más susceptibles. Esta plaga causa daño al extraer la savia de las plantas, lo que puede afectar tanto a la calidad de la fruta como a la salud general de la planta.
Otros frutales: Aunque menos frecuente, Aonidiella aurantii también puede infestar otras plantas frutales, como granadas y guayabas, especialmente en condiciones favorables.
Plantas ornamentales: Algunas especies ornamentales de la familia Rutaceae, como jazmín, murraya, y otras, también pueden ser atacadas por esta cochinilla.
Síntomas de ataque:
El daño causado por Aonidiella aurantii se debe principalmente a la succión de savia que realiza la cochinilla, lo que afecta el crecimiento y vigor de las plantas. Los síntomas incluyen:
Deformaciones en hojas y brotes: La succión de savia por parte de las larvas y adultos provoca que las hojas y brotes nuevos se deformen, se tornen amarillentas o se caigan prematuramente.
Manchas en los frutos: Los frutos pueden desarrollar manchas o cicatrices en la piel debido a la succión de savia. Aunque generalmente los daños no son tan visibles en el interior del fruto, las manchas en la piel pueden reducir la calidad comercial de la fruta.
Exudado de melaza: Un síntoma muy característico de la infestación por Aonidiella aurantii es la secreción de melaza por parte de las cochinillas. Esta sustancia pegajosa puede cubrir hojas, brotes y frutos, y suele ser un medio favorable para el crecimiento de hongos como el Negrillo (fumagina), que reduce aún más la fotosíntesis de la planta.
Decaimiento general de la planta: En infestaciones graves, la planta puede mostrar signos de estrés generalizado, como hojas secas, caída prematura de frutos, y crecimiento reducido. Las plantas jóvenes y debilitadas son las más vulnerables al daño severo de esta plaga.
Ciclo biológico:
El ciclo de Aonidiella aurantii es típicamente de 2 a 3 generaciones por año, dependiendo de las condiciones climáticas. El ciclo completo abarca varias etapas:
Huevo: Las hembras adultas depositan sus huevos debajo de la escama protectora. La incubación de los huevos dura entre 7 y 10 días, dependiendo de la temperatura.
Larva (Ninfa): Las larvas emergen de los huevos y son móviles en su fase inicial, lo que les permite desplazarse por las plantas hasta encontrar un lugar adecuado para alimentarse. Después de fijarse a la planta, la larva comienza a succionar savia y se cubre con una escama protectora. La fase larval dura entre 2 y 3 semanas.
Pupa: Tras completar su fase de alimentación, las larvas inmaduras se transforman en pupas bajo la escama. Esta fase pupal dura entre 10 y 15 días.
Adulto: Los adultos emergen de las pupas y buscan pareja para reproducirse. Los adultos hembra depositan sus huevos en la parte inferior de las hojas, brotes o frutos. Los adultos tienen una vida corta, de entre 1 y 2 semanas.
Estacionalidad:
La actividad de Aonidiella aurantii varía según las condiciones climáticas y las temperaturas de la región. Generalmente, la plaga se encuentra activa durante todo el año, pero su presencia es más notoria en determinadas épocas:
Primavera y verano: Durante los meses más cálidos, la plaga tiene su mayor actividad reproductiva. Las temperaturas cálidas aceleran el desarrollo de las generaciones y aumentan la cantidad de cochinillas presentes en los cultivos.
Otoño: En algunas regiones, Aonidiella aurantii puede ser más activa en el otoño, cuando las condiciones siguen siendo favorables para su desarrollo, aunque las infestaciones suelen disminuir en las zonas con inviernos más fríos.
Invierno: En regiones con inviernos fríos, la actividad de la plaga se reduce, ya que la mayoría de las cochinillas pasan el invierno en su fase de huevo o en una fase inactiva. Sin embargo, en climas más cálidos o en invernaderos, la plaga puede seguir presente durante todo el año.
La aplicación de controles, como insecticidas o el uso de prácticas de manejo integrado de plagas (MIP), es más efectiva en las épocas de alta actividad reproductiva (primavera y verano), ya que las cochinillas son más vulnerables en sus primeras etapas de vida (huevo y larva).








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