APLICACI?N
Se realiza monitoreo con Trampa delta y Fondo engomado
El grupo de las orugas de la piel est? formado por un conjunto de peque?os lepid?pteros pertenecientes a la familia de los Tortr?cidos, cuya caracter?stica com?n es que las orugas roen la piel de los frutos con la consiguiente depreciaci?n econ?mica que ello produce. Las orugas de la piel pertenecen a g?neros diversos como Archips, Cacoecia, Capua y Pandemis. Las que causan da?os m?s preocupantes en nuestros manzanales son Capua reticulana y Pandemis heparana, y en ellas centramos nuestra atenci?n.
El adulto de 20 mm de envergadura, presenta alas de color marr?n claro con dos bandas de color m?s oscuro. Hace la puesta, sobre las hojas del peral y el manzano, en ooplacas de color verde claro y recubiertas de cera.
La larva de color verde claro puede alcanzar los 22 mm y vive en las hojas. Crisal?da en las hojas que enrolla mediante hilos de seda.
Capua reticulana es una de las orugas m?s comunes en los manzanos de Gipuzkoa cuyos da?os son similares a los causados por orugas del g?nero Pandemis, con las que se confunden f?cilmente por su parecido.
Esta oruga de color variable, que pasa el invierno en porciones de hojas y grietas de la corteza, puede ocasionar, especialmente en verano, graves da?os en brotes y frutos del manzano.
En primavera inicia el ataque mordisqueando yemas y brotes j?venes. La ninfosis se realiza entre los ?rganos da?ados bajo una red de hilos, teniendo lugar el vuelo de los adultos de la primera generaci?n en el mes de mayo. Las mariposas adultas ponen los huevos agrup?ndolos en placas caracter?sticas de color amarillo de los que emerge, hacia el mes de julio, una nueva generaci?n de orugas que provoca los da?os m?s graves al fruto, refugi?ndose al abrigo de una cubierta sedosa que ellas mismas confeccionan. Dichos da?os se manifiestan sobre hojas, que pueden aparecer deformadas, ro?das y a veces devoradas totalmente, y sobre frutos, cuya piel presenta mordeduras irregulares que dificultan la cicatrizaci?n de heridas y favorecen la instalaci?n de hongos de pudrici?n.
Durante el reposo invernal las orugas confeccionan una telilla blanquecina t?pica, adherida a las nerviaciones principales del env?s de la hoja, bajo la cual se protegen. En Gipuzkoa se han contabilizado dos generaciones por a?o.
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