CACOECIMORPHA PRONUBANA 1u

Cacoecimorpha pronubana
Nombre común: Oruga del clavel
Nombre científico: Cacoecimorpha pronubana (Denis & Schiffermüller, 1775)

Descripción de la plaga:
Cacoecimorpha pronubana es una polilla que pertenece a la familia Tortricidae, conocida por su impacto en diversos cultivos de frutos secos y frutales. Se trata de una plaga significativa que puede causar daños tanto en la fase de floración como en la de maduración de los frutos.

Adulto: El adulto de Cacoecimorpha pronubana es una polilla pequeña, con una envergadura de 12-15 mm. Las alas anteriores tienen un color gris claro a marrón, con una franja transversal oscura en el centro. Las alas posteriores son de color blanco plateado con una ligera franja oscura. El cuerpo es de color pardo claro y presenta una postura característica cuando está en reposo, con las alas plegadas en forma de techo.

Huevo: Los huevos de Cacoecimorpha pronubana son pequeños, de forma esférica y de color blanco a amarillo pálido. Las hembras depositan los huevos en la superficie de las hojas o en los frutos, generalmente en grupos. Los huevos eclosionan después de 3 a 7 días, dependiendo de las condiciones ambientales.

Larva: Las larvas de esta polilla son el principal agente de daño en los cultivos. Tienen una longitud de 10 a 15 mm y son de color blanco a amarillento con una cabeza marrón. Cuando las larvas se desarrollan, se alimentan de las partes internas de los frutos o de las flores, causando daño significativo. Son conocidas por crear galerías en el interior de los frutos, donde se alimentan y crecen. En su fase final, las larvas se vuelven más oscuras, casi grisáceas.

Pupa: La pupa es de color marrón y tiene una forma redondeada. Se encuentra generalmente en la parte interior de las galerías de los frutos o dentro de las hojas enrolladas. La pupa se desarrolla en un período de 7 a 10 días, y es en este estadio donde ocurre la transformación final hacia el adulto.

Cultivos afectados:
Cacoecimorpha pronubana es una plaga que afecta principalmente a cultivos de frutos secos y frutales de cáscara, aunque también puede atacar una variedad de otros cultivos frutales. Los principales cultivos afectados incluyen:

Almendro (Prunus dulcis): Este es uno de los hospedadores más importantes para Cacoecimorpha pronubana, especialmente durante la fase de formación y maduración de los frutos.
Cerezo (Prunus avium): En menor medida, pero también es susceptible a esta plaga.
Melocotón (Prunus persica): La polilla puede atacar tanto las flores como los frutos.
Ciruela (Prunus domestica).
Nuez (Juglans regia): Las larvas pueden alimentarse de las nueces en su fase de maduración.
Otros cultivos de frutales de hueso y de cáscara: Incluyendo la pasa (fruto seco) y algunos cultivos tropicales, aunque en menor medida.
Síntomas de ataque:
El daño causado por Cacoecimorpha pronubana puede observarse de varias formas en los cultivos:

Galerías en los frutos: Las larvas penetran en el interior de los frutos, creando túneles o galerías que dañan la pulpa y afectan la calidad de los mismos. Este daño es más frecuente en almendros y nueces.

Daño en las flores: Las larvas también pueden atacar las flores jóvenes, lo que impide el cuajado de los frutos y reduce la cosecha.

Perforaciones en la cáscara: En frutos de cáscara dura, como las almendras y nueces, las perforaciones son visibles en la cáscara. Esto no solo reduce la calidad del fruto, sino que también facilita la entrada de patógenos y hongos, lo que acelera el deterioro.

Descomposición y pudrición: La entrada de las larvas crea zonas de acceso para microorganismos patógenos que causan descomposición interna de los frutos. En casos graves, puede haber un colapso general del fruto.

Defoliación y deformación de hojas: Aunque menos común, la plaga también puede causar daño en hojas, principalmente cuando las larvas se alimentan de ellas, especialmente en cultivos de melocotón o ciruela. La defoliación puede debilitar la planta, afectando su vigor.

Ciclo biológico:
El ciclo biológico de Cacoecimorpha pronubana está determinado por las condiciones climáticas y puede variar dependiendo de la temperatura y la humedad. Generalmente, el ciclo completo se desarrolla en unas 4 a 6 semanas, y la plaga puede tener múltiples generaciones al año.

Huevo: Las hembras ponen sus huevos sobre las hojas o los frutos. La puesta de huevos ocurre en temperaturas cálidas, y los huevos eclosionan en un plazo de 3 a 7 días.

Larva: Las larvas se alimentan de las partes internas de las frutas o flores. Al principio, son pequeñas y blancas, pero a medida que se desarrollan, se vuelven más grandes y oscuras. La fase larval dura entre 2 y 4 semanas, dependiendo de las condiciones ambientales y la disponibilidad de alimento.

Pupa: Después de alimentarse completamente, las larvas se transforman en pupas dentro de las galerías que han creado en los frutos o las hojas. La fase pupal dura entre 7 y 10 días.

Adulto: Tras la metamorfosis, emerge el adulto, que es capaz de volar y comenzar de nuevo el ciclo. Los adultos tienen una vida útil de entre 10 y 15 días. La polilla pone nuevos huevos, repitiendo el ciclo. Dependiendo de las condiciones, pueden generarse entre 2 y 3 generaciones anuales.

Estacionalidad:
La estacionalidad de Cacoecimorpha pronubana está fuertemente influenciada por el clima cálido y seco, ya que las temperaturas elevadas favorecen el desarrollo rápido del ciclo biológico.

Primavera y verano: Durante la primavera y el verano, cuando las temperaturas son más altas, la plaga es más activa. Este es el período crítico para la infestación de frutos en desarrollo y la colonización de cultivos como el almendro, el melocotón y las nueces.

Otoño: En otoño, cuando los frutos comienzan a madurar, la plaga puede causar daño significativo a los cultivos, especialmente en almendros y otros frutos secos. La polilla continúa su ciclo y puede ser más difícil de controlar cuando los frutos están cerca de la cosecha.

Invierno: Durante el invierno, la actividad de la plaga disminuye, pero algunas pupas pueden sobrevivir en el suelo o en los restos de frutos caídos. En regiones cálidas o subtropicales, donde las temperaturas no bajan demasiado, la plaga puede estar activa durante todo el año, lo que dificulta su control.